Si acaso eres poeta…

Si acaso eres poeta…
(15 de octubre de 2015)
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Si fueras un cantante, con solo una canción a tus espaldas,

si es buena, si tiene calidad, con una bastará;

no escribas nada más.

LLegarás a triunfar…, verás que pasará.

Pero si eres poeta…, que aguarde la maleta en un rincón,

que ha de pasar de tiempo, algún montón.

Pero no desesperes, sé paciente si quieres.

Pero, si acaso mueres,

de forma póstuma tal vez recibas…

alguna explicación, una misiva;

una nominación que te mencione, pero de premio…,

ya puedes enterrar tus pretensiones.

Olvídate de premios,

acude a la maleta que «sentada» espera.

Y espera tú también sentado sobre ella…

del trancurrir del tiempo… una era entera.

Olvídate de todo lo que sueñes;

del premio ni te obstines ni te empeñes.

Si a alguno ves premiar,

no es que se haya puesto a esperar,

sino porque a puñados, te gana en primaveras.

No lo dudes, lo tengo comprobado.

Por último te digo, y no te enfades…,

sin recomendación, te pudres esperando la ocasión.

¡Ay, compadre! ¡Escribe la canción!

Si acaso eres poeta, elige tu rincón,

apoya tu trasero en la maleta…

suplica inspiración.

Escribe la canción…, ¡no seas veleta!

Y deja de esperar que el viento mueva…

las aspas de la suerte que te niega.


Autor: Ramón Candelaria Infanzón
Todos los derechos reservados

La vida

Poemas de 2015

(18 de agosto)

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La vida es un toro bravo

que te mira con fiereza

y te exige la certeza

de que te veas preparado;

a luchar con entereza,

y sentirte valorado.

Vida, no es lo que prefieres

y, sin que a veces lo entiendas,

te somete a la contienda

y te vence cuando quiere.

La vida no vale nada,

por momentos no es gran cosa,

mas, te empuja hacia el abismo,

te somete y te derrota.

Te lleva hacia el precipicio

con toda su enorme fuerza,

y te arremete con rabia

y con atroz sutileza.

Te exige que seas valiente

para poder enfrentarla,

y que olvides los dolores,

y te levantes y caigas.

¡Lucha conmigo, cobarde!,

te grita mientras te ataca,

y se abren tus heridas

que se enrojecen y sangran.

Que estés alerta, te exige,

y si huyes y te escapas,

podrás oír como ríe

empuñando su guadaña.

La vida es un toro bravo

que te mira con fiereza

y te alcanzan sus pitones

cuando menos te lo esperas.

La vida es la zancadilla

que te hace caer de espaldas,

lentamente te desgarra,

te paraliza y te mata.

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Autor: Ramón Candelaria Infanzón

                                                  Todos los derechos reservados

El paso del tiempo

Poemas de 2013
(11 de octubre)

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De puro verde pintó el árbol en primavera
y, tras un compás de espera, el color desaparece;
en la rama se transforma o, se convierte después,
y, en la tierra, su esplendor, está presente otra vez.

 

 

Por el árbol se pasearon distintos amaneceres,
días, semanas y meses que, a su suerte, abandonaron;
la lluvia vuelve a mojar las hojas sobre el sembrado,
¡pobre árbol desnudado que se sonroja y se mece!

 

 

Al presentarse el otoño, las nubes se arremolinan.
la frondosidad culmina y, su ciclo, se envejece.
Aún no ocurre lo peor, el frío está por llegar; 
se presentan las tormentas hasta el río desbordar.

 

 

Recogidos se mantienen los pastores y el rebaño;
los pájaros en sus nidos y, en su ermita, el ermitaño.

Autor: Ramón C. Infanzón
Todos los derechos reservados

Mírame con los ojos de tu alma (Soneto polimétrico)

Poemas de 2013
(16 de octubre)

Jardín de azucenas

Despierta en mí, tu nombre, Azucena…,

amor tan virtuoso y desprendido,

que no quisiera ser incomprendido

por entregarme y atarme a tu cadena.

 

 

Perderte puede ser una condena

tan llena de dolor y desconsuelo,

que tire mis desvelos por el suelo…

y, no consiga amarte, mi Azucena.

 

 

Júzgame como quieras, si prefieres

hacer que mi dolor me desespere;

méteme en tu prisión, si es lo que quieres,

 

 

puede ser preferible a que me ignores.

Mírame con los ojos de tu alma,

concédeme Azucena tus amores.

Autor: Ramón C. Infanzón
Todos los derechos reservados

Escribir por escribir (La magia de las letras)

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Que las letras españolas tienen magia, nadie lo pone en duda. Las españolas y las de cualquier otro país. Más que escribir por escribir, mi interés principal es poder hacerlo de la mejor manera posible, labor, a veces nada fácil, puesto que errar es de humanos y estos están a la orden del día: a los errores me refiero. Los humanos también deben estarlo. Y a la orden del día me gustaría estar sobre todo (sobre todo) aquello que pueda significar mi modesta aportación a las letras. Sí, repetí sobre todo (entre paréntesis) porque es lo que quería resaltar: su forma de escribirlo en dos palabras bien diferenciadas (siempre que no se refiera a un «sobretodo», prenda de vestir a la que no pienso describir en detalle en estos momentos). Estoy casi convencido de que, quienes hayan pasado por mi blog, y han visto y leído «La magia de las letras españolas», han creído o pensado que me refiero a mí (mí). Nada más lejano a la realidad, la magia está en las letras, y, sí, a lo de «escribir sí, pero bien», no es más que un deseo que tengo desde fecha bastante reciente. No me avergüenza (avergüenza, con diéresis en la u, porque la u, en esta palabra, debe pronunciarse) confesar que cometo errores, como cualquiera. Comparo escribir con cocinar y, si me pusiera a cocinar, entre sal, aceite, vinagre y especias, seguro que algo se me olvidaría echar a la olla. (Echar y no hechar. Olla y no hoya). Bueno, pero dejemos las tonterías para otra ocasión. Me  voy a centrar en las palabras que he encontrado por aquí y por allá, mientras leía estos últimos días en diferentes medios de Internet. Yo me voy a referir a ellas solamente usando palabras que aportaré para completar las frases y los consabidos paréntesis que las distingan.

«Más (más) pronto que tarde, la verdad saldrá a la luz. No es bueno llevar una máscara (máscara) en el rostro si nos lastima. ¿Y quién (quién) es usted, para tener aspiraciones futuras? Y aquí debo añadir que, no es conveniente escribirlo todo en mayúsculas, sobre todo, cuando tengamos que hacer uso de las comas. ¡Ánimo! (ánimo) Te animo a seguir adelante. Ánimo y animo, son dos palabras diferenciadas tan solo por la tilde. ¿Te acuerdas de mí (mí)? ¡Sí, hombre! ¡Mira! Esta es mi foto. Mí y mi. Ocurre lo mismo que con ánimo y animo: la tilde diferenciadora. Después de leer todo esto…, enseguida (enseguida) quise escribir un relato al respecto. Sobre todo sobre ti, tú y yo. Aquí no haré uso de paréntesis, porque es evidente a qué me refiero. Y si el porqué (el porqué) se escribe así, tener un porqué (un porqué) debe escribirse de igual manera, ¿o no?. Les explicaré el porqué de mi razonamiento si es que me lo piden. Sin embargo, en la frase «Esta es la razón por que no han llegado a tiempo: perdieron el tren». La razón «por que» no han llegado… La razón «por -la- que» no han llegado a tiempo, es que perdieron el tren. ¿Hasta qué (qué) lugar quieres llegar? ¿Qué (qué) quieres? ¿Cuál (cuál) es tu propósito? Para mí (mí) es importante dejarlo claro. Sonrío para mí mismo y, para mi sorpresa, me siento satisfecho, pero no gozo con esto; mi satisfacción es de otro tipo. Antigüedades (antigüedades) con diéresis sobre la u. No debe ser así en el nombre Águeda, en el que la u, no se pronuncia. Y al escribir «antiguo», no es necesaria la diéresis, pero sí en el caso de palabras donde se usen las sílabas «gue» y «gui». No es el caso de «guitarra», donde la u no se pronuncia, pero sí en las palabras «pingüino» y «lingüístico, en las que debe pronunciarse. Aunque (aunque). Te he querido contar todo esto, aunque tal vez no estés interesado en leerlo. No sé (sé), quizá me digas que esto es demasiado, que son tonterías y pienses de forma contraria a la mía. En cuanto a «dé» y «de», tengo estas dos frases: «Deja que te dé confianza» y «Déjate de tonterías». Y así termino este relato explicativo que espero haya servido para algo más que entretener, preparando el próximo que dedicaré a las cuatro formas del por qué.

Ramón C. Infanzón

¡Valórate, mujer! (Soneto)

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Poemas de 2013
(06 de octubre)

Este soneto es de cuando Agus (un poeta amigo) y yo, nos

dedicábamos a hacer sonetos inspirados en nombres de mujer.

De ahí surgieron de mi parte, los nombres de Anastacia, Soledad y otros.

Los de su parte, no los recuerdo. Con el tiempo, abandonó el portal de

poesía y ya no supe más de él. Más tarde, tras unos buenos meses, yo

también abandoné ese portal.

Ayer te me antojabas caprichosa,
tu extraño proceder no era sincero;
y hoy quieres ofrecerte en un te quiero
mostrándote ante mí la más hermosa…

¿Es tu amor Anastacia, tan austero,
y bello tu candor como una rosa?
¿O será que asemejas mariposa,
que basas el amor en lo ligero?

Si por ambicionar amor, te entregas,
sin apreciar tu cuerpo de amapola,
será quizá, que tus virtudes niegas.

Y eso no puede ser, querida mía,
una mujer se debe valorar
muy a pesar de todo lo que ansía.

Autor: Ramón C. Infanzón
Todos los derechos reservados

Que me quiten lo bailado (Soneto endecasílabo)

Poemas de 2013

(24 de septiembre)

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Dejà vú por bulerías Óleo Lienzo Figura – David Castro S.

Es ya recuerdo de un tiempo pasado,

melodía que el aire difumina;

cuerda rota que el dedo contamina,

última nota; concierto acabado.

Las estaciones repiten cada año

sucesos, hechos y acontecimientos

arrasadores de los sentimientos,

que transforman las vivencias de antaño.

Un sinvivir será preocuparse

por insufribles influencias, que ansías

que de una vez, pudieran olvidarse.

Por eso, convirtiendo en bulerías

las cosas que no quieran recordarse,

es un baile que nunca olvidarías.

Autor: Ramón Candelaria Infanzón

Todos los derechos reservados.

Si tú me conocieras…

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Poema de versos heptasílabos

Si tú me conocieras…
pero no me conoces;
la imagen que tu ves
no es la que llevo dentro,
tan dentro de mi ser
que no quiere asomarse
para no ser herida.
Es para protegerme,
porque me siento débil
del amor que profeso
a aquella a la que quiero;
y que no es un misterio,
porque lo sabe bien.
Tú, crees conocerme,
y sé que bien me amas;
pero también me dañas,
y hurgas en la herida
que sangrando en silencio
se oculta a tu mirada.
Dañas mi corazón…
y tal vez no lo sepas;
lo nuestro es una guerra
en cada atardecer,
y habré de perecer…
o esto, nunca se acaba.

Autor Ramón Candelaria Infanzón

Todos los derechos reservados.

Sin su presencia

Poemas de 2013

(22 de septiembre)

bajo la lluvia

Y ahora, cierro la puerta tras de ti,

a aquel ayer que vuelve a ser ocaso;

a aquella incomprensión convertida en fracaso

de un tiempo inútil, que pronto percibí.

Y allá se va, tratando de evitar llorar por mí,

disimulando, echando mano de un orgullo idiota;

que en nada hace cambiar la realidad,

que como lluvia fútil, ni nos moja.

Lo que siento por ella, ya lo sabe;

mas, no sirvió de nada confesarle

que el corazón es un cofre, donde todo cabe,

y puedo perdonarle cualquier cosa.

Por escribir poemas, me abandona…

la musa, reina de mi admiración;

yo me rebelo sin encontrar explicación

a la actitud que me niega y me sanciona.

¡Oh musa mía, devuélveme la inspiración;

no me abandones, por favor, espera un poco,

que el pensamiento se me nubla sin tu amor;

sin tu presencia me vuelvo como loco!

Autor: Ramón C. Infanzón

Todos los derechos reservados

Enfermo de amor

Poemas de 2013

(21 de septiembre)

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Aquel amor enfermizo por su amada,

causaba la epilepsia del sentir;

el corazón se agitaba en su latir

y su histérica risa se clavaba…

como malévola lanza que horadaba

de aflicción su alma y su existir.

No tuvo compasión de aquella vida,

de aquella joven flor, que al sol nacía;

y marchitó sus pétalos a fuego;

ajando su verdor, su vida hería.

La amaba como un loco apasionado,

su cruel amor la llevaba al precipicio;

convirtiendo su pasión en suplicio

de enfermo proceder enamorado.

Autor: Ramón C. Infanzón

Todos los derechos reservados